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Cthulhu

Nim

Introducción[]

Nim es una deidad marítima, su apodo más conocido es el de "el señor de las profundidades". Sus adeptos y seguidores están distribuidos en por pueblos costeros de todas las regiones del mundo conocido. Aún así, a raíz de lo sucedido en un pueblo llamado Marat, la existencia del dios fue puesta en tela de juicio. Tiempo después, en lejana la isla de Uibahr se comprobó que Nim era una criatura proveniente de otra dimensión. Fue expulsado de este plano (se sospecha que no de modo permanente) por la heroica combinación de esfuerzos de los héroes Dakk Thorn, Kradimusse, Bëren, Kalunga, Randahr, Lubb, y Korbeinn y los dragones Ordok, Albright y Pu-Urpla.


Incidentes en Marat - El falso culto a Nim[]

Marat es un pueblito de medianas dimensiones, ubicado en la costas cercanas al oeste de Trelmondian. Durante tres meses una aparición de fantástica que se autoproclamaba bajo el nombre de Nim influyó en el desttino delas embarcaciones y en la pesca del lugar.

Para satisfacerlo el dios exigía cada mes (en una celebración de luna llena) a los habitantes del pueblo el sacrificio de dos hombres y dos mujeres jóvenes. El pago por tal sacrificio era el buen éxito en la pesca y la ausencia de tormentas marinas que azotaran las costas.

Para llevar a cabo este proceso Nim envió a tres servidores que custodiarían su morada (afincadas en una gruta cerca de arrecifes de roca) y templo:

  • Annaj, sacerdote del templo y principal portavoz del dios,
  • Butork, guerrero de pura cepa, protector del sacerdote y jefe de los guardianes del templo de Nim,
  • Hisra, mujer misteriosa que se escondía tras un velo y oficiaba de pitonisa para transmitir los designios del dios.

La verdad es que Nim no demandaba ningún sacrificio ni tenía por representantes en esta tierra a los tres sujetos mencionados anteriormente. Las apariciones de Nim eran meras ilusiones creadas por Hisra y Annaj. Las víctimas del sacrificio realmente eran enviadas en un barco comandado por un traficante de esclavos llamado Nakaim a grandes ciudades donde a su vez son revendidos a prostíbulos o coliseos. También, más adelante se supo que muchos de estos esclavos terminarían trabajando en las minas de metal estelar del Imperio Evanescente

La elección de los candidatos se hacía por medio del lanzamiento de los huesos de la fortuna. (una suerte de dados entregados por el mismo Annaj) cada joven debía arrojarlos durante la celebración, los cuatro primeros que sacaran el símbolo de la muerte serían sacrificados en dentro del templo de Nim. Las cenizas de las víctimas serían devueltas a sus parientes. Aunque en realidad los restos pertenecían a esclavos viejos y moribundos que traía Nakaim de otras zonas.

La llegada a Marat de Bëren, Dakk Thorn y Tania de Maeress terminó por desenmascarar la farsa de los sacerdotes de Nim: Tania se enfrentó en combate singular contra Butork y terminó matándolo al atravesarle el corazón con su espada. Los dos magos debieron escapar en el barco de Nakkaim dejando atrás su lucrativo negocio pero durante la fuga, Hisra fue abatida por un certero flechazo disparado por Dakk. Se desconoce el paradero de Annaj y de Nakaim.


La isla de Uibahr[]

Poco o nada se supo de Nim o su culto, salvo algunas someras narraciones de pueblos pequeños subyugados a los designios del dios. Casi siempre se supuso que se trataría del mismo engaño que en Marat. Esta percepción cambió radicalmente cuando los héroes viajaron hasta un lejano grupúsculo de islas del poniente llamadas a partir de su puerto principal: Uibahr.

La isla más importante de Uibarh, era selvática y relativamente inexplorada. En ella Lord Ygrak tenía hombres trabajando en unas minas extrayendo una metal de lo más curioso: acerado, brillante y por sobre todas las cosas: muy duro. Con él se manufacturaban carísimas y exclusivas armas y armaduras que sólo unos pocos monarcas o comerciantes podían costear para sus ejércitos. Dicho metal es conocido como metal de estelar, metal del cielo o simplemente Uibahrita.

La montaña en la que se encuentraban las minas no es más que un pliegue tectónico provocado por el impacto de un meteorito millones de años atrás. Parte de la roca espacial se desgranó en vetas que se mezclaron con la montaña producida por la colisión. También, en torno a ella, quedó una cuenca donde se había un valle frondoso y un lago de increíbles dimensiones.

Los habitantes de la isla eran unos pobladores bastante primitivos y pacíficos que no opusieron resistencia a la llegada de nuevos visitantes. Con su ayuda, los nuevos habitantes erigieron una ciudadela cercana a las minas. Su regente, surgido del pueblo local conocido con el título de Hyr (influido por “inversores extranjeros”) y una abundante población de marineros y visitantes comenzó a habitarla.

En el sector este de la isla se construyó una suerte de coliseo en el que participan hombres libres y esclavos. Su propietaria y coordinadora era una mujer llamada Saba. La arena ofrecía un lugar para exhibir el poderío de las armas fabricadas con Uibahrita. El campeón y principal atracción turística era: “Ki-ghal, el guerrero Demonio”. Un luchador enfundado en una misteriosa armadura hecha del metal estelar extraído en las minas.


La aparición del verdadero Nim[]

Cthulhu detail 2

Nim acechando la Isla de Uibahr.

Durante un torneo celebrado en la arena de la isla. En el último combate, se presenció el imponente duelo entre el caballero escarlata (nombre que usaba Ordok) y Ki Ghal. El primero castigó sin saña ni apuro al “Demonio” enfundado en una pristina armadura de acero azulado y equipado con dos espadas curvas que blandía ostentosamente.

Ki-Ghal no era otro que el Hyr, que sin poder efectuar duelos oficiales por su cargo como monarca, tenía un doble sentado en el palco real. Olgram, oculto en un cuarto contiguo mantenía una ilusión sobre el rostro del doble del rey de Uibahr.

En la arena Ordok, vestido con una ampulosa armadura roja (que es el 1º nivel de transformación de su raza), asestó un par de golpes disuasorios a su contrincante. El Hyr desbordado por la rabia trazó con las espadas unas marcas en el suelo y luego se hincó de rodillas murmurando una salmodia extraña. El cielo se nubló, rayos surcaron el cielo y de un chispazo en el aire cayó sobre sí mismo una descarga relampagueante. Cuando se incorporó con el cuerpo y humeando. El combate se reanudó con un "demonio" más rápido y fuerte que antes. A medida que transcurrió el duelo, se observó que el lugar de donde salió la energía que bañó a Ki Ghal quedó con una brecha luminosa que permaneció suspendida en el aire.

Lentamente la fisura se abrió y de allí brotaron unos tentáculos de dimensiones colosales que se extendieron sobre el coliseo. El Hyr develó su identidad y clamó venganza en nombre de Nim, su señor, señor de las profundidades (del espacio). Sus movimientos parecieron estar compaginados con los de aquellas extensiones viscosas en inmensas. Algunas de ellas atravesaron el piso de la arena y comenzó a temblar el suelo y los palcos.

Pronto se supo que entre las nubes donde estaba la brecha, un cuerpo viscoso y de tamaño titánico estaba cubriendo gran parte de la isla. Un rostro gigantesco, viscoso, horrible e inmundo que pareció cubrir el mundo. Nim en todo su esplendor era tan grande como la isla en la que estaban.

Ordok se concentró en el dios y se lanzó a hacerle frente transformado al máximo poder, mientras que era auxiliado en esta empresa por Albright (idénticamente transformado). Mientras tanto otros héroes (entre los que se hallaban Dakk Thorn, Kradimusse, Bëren, Kalunga, Randahr, Lubb, y Korbeinn) se comunicaron con Sahpur para averiguar cómo detener a Nim.

Luego de realizar un hechizo consiguieron un portal que conducía a quien se metiera en él, a una trampa dimensional de no más de un metro de diámetro por el cual introdujeron uno de los tentáculos del monstruo. La fuerza de atracción mágica hizo el resto del trabajo, pero en el medio del proceso Nim aplastó a su invocador destrozó la isla hasta hundirla.

Los moradores de la isla principal escaparon como pudieron. Lo mismo sucedió con los extranjeros. Desde ese incidente no se ha vuelto a escuchar del dios. Pero según las palabras del hechicero Sahpur, las trampas dimensionales son un modo de expulsar temporalmente a un dios. Tarde o temprano podría regresar.

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